viernes, 31 de enero de 2014

El lugar donde viene a morir


Nos conocimos hace casi 5 meses, cuando menos lo esperaba y tal vez cuando más lo necesitaba. Yo, de blanco, esperaba amarillas, pero antes llegaron azules y con ellas tu, de negro. Una noche que al recordarla, aún con la vista turbia, me saca sonrisas.
 

Después vinieron las ganas, las risas, los planes, las fotos que nunca fueron pero que sirvieron de excusa, las noches de series en el sofá, las primeras veces... Y como consecuencia, los sentimientos.
 

4 meses después volvimos a coincidir en aquel lugar. Otra vez yo de blanco y tu de negro, pero ya sabiendo lo que hay debajo de nuestros uniformes. Y quizás sabiendo lo que hay incluso más adentro. Esta vez en lugar de intercambiar teléfonos intercambiamos miradas, gestos, complicidad y el último recuerdo que tengo de tu boca. Pero esta vez ¿qué vino después? Sólo kilómetros y motivos que más bien se pueden llamar excusas. No sé donde se fueron las ganas, los planes y aquello que empezaba a salir bien.

Hoy, a menos de una semana de que se cumpla un mes de esa segunda vez, pienso que probablemente haya sido la última. Qué cosas tiene la vida! ¿Y si el final ha sido ése? El mismo lugar, los mismos uniformes, las mismas circunstancias que en el principio.
Como si hubiésemos venido a morir en el mismo lugar donde nacimos...


2 comentarios:

  1. Mmmm mi comprender. O eso cree.
    Por qué será que los azules y/o verdes son tan, tan!! ¬¬'
    Nosotr@s l@s de blanco somos l@s de la humanidad...
    En fin, que me lio.
    Lunn te manda un abracito...y yo, me siento a tu lado y te acompaño. (R)

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  2. Po'zi... Son tan... arggggggg!! Qué ganas de darles cuatro gritos y alguna colleja. Y si encima son de la provincia de enfrente ya es para tirarse de los pelos. En fin, veremos si el frío pasa o si por el contrario el hielo congela para siempre lo quiera que quede. Gracias por pasarte guapa, muak!

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